LA NARRATIVA URBANA COMO ESTRATEGIA DIDÁCTICA PARA LA FORMACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD DEL ESTUDIANTE DESDE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA


LAS NARRATIVAS DE MIS ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA


Muy orgullosamente, les presento en esta parte de mi blog, un tesoro de narrativas, las cuales fueron realizadas por mis estudiantes, inicialmente como resultado de utilizar los Imaginarios Urbanos encarnados en la Narrativa  escrita o relatada y ex-presada a través del audiovisual,  la composición pictórica, la fotografía,  como estrategia didáctica para la formación de la subjetividad del estudiante desde la Educación Artística, como trasunto de ciudadanía.
Desde esta perspectiva he interactuado con mis alumnos en el aula de clase,  donde sus  expresiones artísticas son la manera de ex – presar, y liberar aquello que el estudiante es, aquello que lo hace diferente, aquello que le aporta identidad; todo aquello que sucede en el aula de clase que como fibras de múltiples maneras se tejen para formar la subjetividad del estudiante. En una ida y vuelta permanente, el espacio vivencial del aula de clase de Educación Artística,  ofrece sus propios problemas y pone en escena situaciones que pueden generar en el estudiante otras comprensiones de quién es y cómo se relaciona con un hábitat urbano y con su comunidad; las expresiones artísticas le permiten al estudiante avizorar un futuro, contemplar nuevos horizontes y explorar sin afanes nuevas posibilidades de ser con el otro, nuevas posibilidades de convivir, de relacionarse con el otro y lo otro–el mundo como un texto cultural que hay que saber leer– y habitar los lugares.
El utilizar la narrativa urbana, como  estrategia pedagógica en el aula de clase me dio resultados maravillosos e inesperados, ya que por medio de ellas, comencé a conocer de verdad a mis  alumnos, a sus familias y a su barrio; descubriendo así a unos bellos seres humanos y a unos héroes de verdad, al conocer también las  múltiples situaciones con las que les toca convivir a diario, desde las más tremendas e impactantes por el riesgo en que se desenvuelven sus vidas, hasta las más humanas, divertidas y gratificantes, demostrando que son seres comprometidos y cuestionadores que no pasan por sus vidas como si estuvieran a la deriva.  
Además dichas narrtivas me han permitido bordear las honduras de sus almas y conocerlos más profundamente a través de sus historias, para indagar en su cotidianidad y a través de ello, conocer sus imaginarios –sus percepciones, sus deseos, sus miedos, sus amores,  sus odios, sus rutinas urbanas, angustias, anhelos, sueños, hábitos entre otros– y las interpretaciones de su realidad, para enriquecerme con este nuevo conocimiento y adquirir así una nueva verdad para detectar desde dónde y cómo los podía orientar en adelante a través de mis clases,  para fortalecer su educación en todos los aspectos y darles elementos para formarlos y robustecerlos para que de alguna forma se vayan transformando en buenos ciudadanos.
De esta forma mis estudiantes ya no serán más unos receptores pasivos sentados como estatuas escuchando pacientemente las clases, sino que por el contrario serán parte activa de las  mismas con lo cual a veces la profesora será la receptora de sus ideas y de sus imaginarios, creándose así una verdadera simbiosis o interacción enriquecedora para ambos.
Estas son pues las narrativas que hasta ahora se han recogido y que seguirán llenando este espacio con sus historias, con sus inquietudes y con sus imaginarios.   Se trata de un trabajo no solamente enriquecedor sino también ameno y divertido, por lo original de las mismas y por la inmensa voluntad con la que las realizaron.
Cada narrativa fue analizada desde el punto de vista de los imaginarios urbanos y el de asumirme algunas veces como psicologa, sin serlo, y seguramente faltarán muchísimas clases de análisis que en este momento no quise considerar para no salirme del tema de los imaginarios.   Se invita a que los estudiantes no solamente busquen leer su propia narrativa sino que también procuren leer las de sus compañeros para que se conozcan más a fondo entre sí, ya que de esto nace una verdadera comprensión, aceptacion, reconocimiento y por que no, nuevos lazos de amistad y de camaradería para que fortalezcan su grupo social y se afiancen las relaciones barriales, familiares e interpersonales.
También se hizo un intento de profundizar más en el hábitat del estudiante, donde pude mostrar que a pesar de que la mayoría de los estudiantes pertenecen al mismo barrio, no todos lo asumen por igual, sino que se ven las diferentes fortalezas, percepciones, lecturas e interpretaciones que cada cual tiene de su realidad.  Vale anotar que el hábitat no solo son los espacios que se disfrutan o donde se vive sino que también es la forma en como interactuamos en dichos espacios y las relaciones que allí generamos, através de las cuales vamos cnstruyendo la sociedad y la vida.


Cordialmente,



Luz Adriana Bermúdez Carvajal


Docente de la IEMM, Institución Educativa Maria Montessori,

 Núcleo 920 de la ciudad de Medellín